jueves, 11 de agosto de 2011

Una visión distinta de Dios (cont)

  Definitivamente no puedo concebir muchos de los dogmas de las religiones cristianas.
¿Que Dios mandó a su hijo unigenito a morir en la cruz como medio de salvación para que quién crea en Él no se condene sino que tenga vida eterna? Un Dios amoroso, creativo y generoso seguramente hubiera hallado mil formas no violentas como mecanismo de salvación para la humanidad antes que optar por permitir que su único hijo sea torturado, humillado y asesinado de esa manera tan cruel.
  Retomando la afirmación de que estamos hechos a imagen y semejanza de Dios pero no físicamente, sino espiritual, sentimental y mentalmente, entonces yo me pregunto: Si ningún padre amoroso que esté en su sano juicio permitiría que su hijo muera de esa manera tan horrible. ¿Cabe creer que Dios quien nos hizo semejantes a Él y que además tiene omnipotencia no encontró cualquier otra solución al problema de la salvación de las almas humanas?
  Y si Dios que todo lo ve, incluso lo que está en el porvenir, ya sabía de los horrores y matanzas que se harían primero en persecución de la cristiandad y después, aún más violencia y muerte en nombre de Cristo, ¿es creíble que así hubiera planeado la instauración y expansión de su iglesia?
  La respuesta lógica es que NO y ésto es porque la religión ya sea católica romana, ortodoxa, evangelista, etc, etc son obra del hombre y no voluntad de Dios, y fueron concebidas por hombres ambiciosos quienes sabían que a través de éstas podían controlar y manipular a las masas.

Una visión distinta de Dios

  No es que yo no crea en Dios, sino que mi concepto de Él difiere mucho del que describen distintas religiones.
  La cita bíblica del libro del Gènesis que dice: Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza (Gen 1:26,27) no se refiere al plano físico, nuestro cuerpo es un mero cascarón, un recipiente o contenedor de nuestra verdadera esencia que es energía pura, así pues Dios que es un ente no físico y la principal fuerza creadora del Universo, nos dió una alma y una mente creativa y es allí donde radica nuestra semejanza a Él.
  Somos una chispa dentro de la Gran Conciencia Universal. Somos una partícula de materia orgánica dentro del Universo físico. Por lo cual formamos parte del Creador y al mismo formamos parte de la creación.